LA MOSTRA. Visiones de Gaza
HABITAR GAZA. ERASMUS IN GAZA , GAZA , YALLAH GAZA Y GAZAN TALES
Por Paco Caparrós 24 de diciembre de 2024
La Franja de Gaza es un territorio de 360 km² en la frontera entre Egipto y el suelo ocupado por Israel, fundada en 1949 es la cárcel a cielo abierto más grande del mundo, los ciudadanos residentes en la Franja son principalmente palestinos refugiados en la nakba provenientes de los territorios hoy ocupados por el estado de Israel, los ciudadanos palestinos en Gaza viven encerrados en la franja, no pueden cruzar las fronteras terrestres sin estar en posesión de un permiso de trabajo, ni tampoco pueden navegar más lejos de 5km de la línea de costa, sin ser atacados por los buques israelís.
La Franja de Gaza está controlada por el grupo político militarizado Hamas, después de la victoria en las elecciones de 2006, año en el que Israel cambia la estrategia colonial sobre Palestina en Gaza, cambiando el modelo de colonialismo de asentamiento, hasta entonces residían colonos sionistas también en Gaza, por el colonialismo perimetral, se reubicaron las residencias de los colonos al exterior de la franja y se cercaron los límites de Gaza, iniciando el bloqueo económico internacional y considerando de facto a todo ciudadano palestino como terrorista, lo que supone da permiso a los soldados israelíes para atacar a cualquier ciudadano palestino sin justificación y también supuso una serie de bombardeos constantes.
El documental Erasmus in Gaza trata sobre Riccardo Corradini, protagonista del documental, quien en 2021 fue el primer estudiante de Erasmus en Gaza, graduado en 2022, consideró que para ser cirujano de urgencias lo mejor para su formación sería hacer sus prácticas en el Hospital islámico en Palestina, cerca de la frontera con Israel, donde todos los viernes se saturan los servicios de urgencias a causa de la llegada masiva de heridos por impacto de bala provenientes de las Marchas de Retorno.
Se trata de un documental filmado con cámara al hombro, en condiciones reales, probablemente el único equipo que participó en la filmación del metraje fue el propio Mateo y un cámara, por lo que las imágenes son reales, se muestra como son los servicios de urgencias en los hospitales principalmente los viernes, día en el que se celebra la Marcha del Retorno, estas son manifestaciones pacíficas en la que no participa ningún grupo político palestino de manera oficial y en la que los palestinos refugiados en Gaza reclaman frente a la frontera con Israel su derecho a volver a sus casas. Frente a estas manifestaciones, los francotiradores sionistas desde el otro lado de la frontera responden disparando a hombres, mujeres, niños y corresponsales de guerra, no apuntando a órganos vitales, sino a las piernas, y no con munición convencional, sino con balas de fragmentación cuyo uso contra objetivos humanos está considerado un crimen de guerra según el tribunal de la Haya, el impacto de estas balas produce lesiones gravísimas muchas veces irremediables a las que se tiene que se tiene que enfrentar tanto Mateo, como sus compañeros en el servicio de urgencias del Hospital Islámico de la franja de Gaza.
El documental representa como es el tratamiento a los heridos y como son las jornadas en las urgencias de los hospitales palestinos durante la invasión israelí que acusa el territorio en estos precisos instantes, con escenas muy duras y algunas imágenes no aptas para estómagos sensibles. Pero la sensación que transmite el documental no parece ser la representación de los hospitales en Gaza, sino más bien una ventana al modo de vida en un país ocupado, en la película la mayoría de las escenas no ocurren en el hospital, sino en las calles y principalmente dentro de la casa de los hermanos que acogen al protagonista para su residencia.
En este sentido, la cifra de muertes civiles en la Gaza a causa de los bombardeos israelís sobrepasa la cantidad de palestinos muertos en las quince ofensivas militares realizadas sobre la franja desde 2008 hasta 2023, el ejército israelí, desde una visión colonial, no ha tenido ningún reparo en bombardear hospitales desde la nakba en 1978, de hecho En 2002 el número de hospitales en palestina era de 70 hospitales: uno por cada 47.127 personas, actualmente, antes de la última ofensiva, el número de hospitales en la franja era de 34, actualmente son 12 los centros médicos semi- funcionales.
En el transcurso de la última ofensiva no ha hecho más que aumentar el número de bombardeos a hospitales, como el Hospital de Shifa, atacado bajo el argumento de que servía como escudo de terroristas, un argumento habitual en la retórica sionista o el hospital Al-Ahli, uno de los más grandes de Gaza, bombardeado el 17 de octubre de 2023, lo que según las convenciones internacionales constituye un crimen de guerra por el gobierno israelí no ha sido condenado.
Sobre este respecto, el activista judío israelí Jeff Halper indica que, bajo la perspectiva sionista, los israelís entienden que los territorios ocupados forman parte de un territorio que les pertenece históricamente, lo que es justificante suficiente para atentar contra la población árabe como una masa indiferente no de personas sino de terroristas.
Yallah Gaza (Roland Nurier, 2023), Gazan Tales (Mahmoud Nabil Ahmed, 2024) y Gaza (Garry Keane, Andrew McConnell, 2019) representan como es la vida cotidiana en la franja, los tres films son documentales corales, “Gaza” es un retrato de la vida en la franja de entre la ofensiva de 2015 y la de 2023, no es un documental que centrado específicamente en ningún asunto en particular, solamente son escenas y comentarios de ciudadanos palestinos, comentan como es vivir en un país constantemente bajo amenaza de bombardeo, se hacen comentarios a favor y en contra de Hamas, comentarios sobre la alta tasa de desempleo, superior al 70%, y la crisis económica y social.
Por su parte, Yallah Gaza también representa el papel anticolonial de distintas organizaciones tanto nacionales como internaciones, también las diferentes formas en las que estas organizaciones son reprimidas y explica también como se produce la construcción del discurso de asociación entre el judaísmo y el sionismo, y la falsa relación entre anti-sionismo y antisemitismo que el Israel utiliza como principal argumento de la masacre frente al exterior.
Desde la nakba de 1948, la resistencia anticolonial palestina se organiza entorno al carácter estructural del modelo colonial israelí según el cual, la llegada de inmigrantes judíos provenientes principalmente de Europa del este a Palestina desde 1922, supuso el comienzo del desplazamiento y sustitución de la población nativa con el fin de crear un nuevo estado, distinto al que había y sin contar con la población nativa y que tiene como momento catalizador la nakba de 1948 y posteriormente la Guerra de los Seis días (1967) en la que Israel ocupa los territorios de la Palestina histórica, excepto Cisjordania y la Franja de Gaza.
A partir de la Guerra de los Seis días, la lógica colonial sionista es la eliminación y la limpieza étnica de la población nativa palestina, a partir de este momento y hasta hoy, existir es sinónimo de resistir para los palestinos, mientras que el discurso oficial israelí, se erige sobre la negación de la existencia de habitantes nativos en las tierras ocupadas, lo que supone la negación de Israel como un proyecto colonial, lo que sobrepasa la erradicación del pasado físico palestino como la desposesión material e inmaterial de Palestina a los palestinos, sobre la que se levanta la política de no reconocimiento de Palestina como un territorio ocupado y de los palestinos como ciudadanos.
Y a la que los palestinos desde Cisjordania y principalmente desde la Franja de Gaza responden principalmente desde dos vías radicalmente opuestas la una de la otra, la resistencia organizada, política y militar dirigida principalmente por Hamas, y la resistencia no violenta, desorganizada y no política de la Gran Marcha del Retorno, un movimiento en marcha desde el 30 de marzo de 2018, hasta la última ofensiva y consistente en la manifestación pacífica frente a las fronteras terrestres de Gaza por el derecho de los palestinos a volver a sus casas.
La respuesta de Israel a la resistencia tanto armada, como pacífica es siempre la misma, tema que se trata en los tres documentales, cada vez que se produce un atentado en suelo Israelí la respuesta de Tel Aviv es el bombardeo masivo de la Franja de Gaza, contra los manifestantes pacíficos en la Marcha del Retorno, los soldados israelís disparan con munición fragmentaria a las piernas de los manifestantes, principalmente apuntando a niños, en ambos casos, la respuesta es un crimen de lesa humanidad, dirigiendo los ataques a la represión de la población civil.