EL CAMINO AL COLAPSO EN LA FERIA MARTE 

GEMA QUILES Y XAVIER MONSALVATJE 

Por SAIGON ART MAG 29 de Junio de 2023

Al hablar sobre fracaso de la sociedad urbana, autores como George Orwell se hacen referentes, en la novela 1984,1 la que la represión política lleva a la anulación del individuo como sujeto dentro de un sistema que es autodestructivo por naturaleza, el mundo contemporáneo, desde hace años atrás, comparte particularidades con esta clase de novelas distópicas, principalmente en lo que se refiere al fracaso de sociedad urbano, cómo define Karl Polanyi  en La gran transformación,2 a la incapacidad del modelo urbano para ser sostenible a largo plazo relacionado a la presión de asumir una capacidad productiva eficaz.


Aún con más a partir de la maduración de la manera de producción industrial, junto a la demografía creciente a nivel global,3 resulta imposible alcanzar una pauta de crecimiento ilimitado, cada vez más exigente para un planeta con recursos limitados,4 este escenario provoca inevitablemente una crisis perpetua en el sur global y crisis cíclicas en el norte de cada vez mayor envergadura y menos espaciadas en el tiempo, a partir de esta premisa, en la Feria Marte Gema Quiles y Xavier Monsalvatje, tuvieron a las vías para el colapso como temática principal de sus respectivas instalaciones. 

Gema Quiles representa el camino al colapso con un tríptico a la manera de El Bosco en el Jardín de las Delicias o El Carro de Heno, con una narración unificada en la que los personajes interactúan con los elementos del entorno natural, primero se cultiva un árbol, luego otros hacen fuego para calentarse las manos y después se quema el bosque, aunque ella no buscaba tanto reflejar la idea del desplome de la modernidad, sino que más bien para este trabajo lo que quería era trabajar sobre el “futuro” como concepto a partir de la idea del “jardín”, buscando hacer sentir al al espectador dentro de la escena, por eso el uso de grandes formatos y una disposición que de alguna manera abraza al público.



Pero en cuanto al sentido más estricto del colapso de la sociedad industrial Monsalvatje es más explícito, relacionado al reflejo el fracaso del pacto socialdemócrata5 y sus derivas autoritarias, su instalación se arma de un profundo soporte teórico, resultado de la experimentación sobre el soporte, pero sobre todo de la investigación teórica, notándose entre la complejidad de las composiciones, la presencia del arte en el periodo de entreguerras como Otto Dix o el futurismo, tomando la estética industrial y sus consecuencias en el paisaje para reflejar un mundo ya sintomático de una etapa final de decadencia.


Para la serie “La ciudad especular” toma muchos acontecimientos individuales de la cotidianidad coetánea a en forma de pequeños detalles como la inscripción del precio máximo que alcanzó el kW⋅h en la factura de la luz el día que pintó esa parte del cuadro en particular, u otros detalles como la “Z" que pinta el ejército ruso en los laterales de sus tanques para referirse a la guerra en Ucrania como hecho traumático de nuestro presente más estricto, justificando los elementos visuales de su producción con un soporte teórico sólido sobre el estudio de la palabra “ciudad” y su significado dentro de obras literarias como “La cultura de las ciudades” de Lewis Mumford y “Aforismos, visiones y sueños” de Franz Kafka, ofreciendo al espectador un discurso más cerrado respecto al significado, dando a entender la ciudad distópica como un escenario claustrofóbico para la manipulación de las masas.

A partir de este punto, ambas muestras funcionan como un espejo al que verse reflejados como sociedad en cuanto lo que respecta al fracaso del mundo moderno, si bien Gema Quiles no hace directamente referencia a la catástrofe ecológica en esta muestra, sí se hace presente la intervención humana en la destrucción del medio, al mismo tiempo, Monsalvatje sí propone un discurso claro sobre el irremediable derrumbe del sistema construido sobre la idea de crecimiento ilimitado y la alienación de las masas frente a la incongruencia, las dos propuestas suponen la reflexión sobre la viabilidad del modelo urbano como un escenario verosímil para el futuro o si es más bien un sueño inalcanzable al que no vamos a rechazar porque de todos modos, aún no estamos en un escenario de colapso, de alguna manera hablar del fracaso de la sociedad contemporánea sólo es hipotetizar sobre el futuro al que le quedan posibilidades de restauración desde el presente. 

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